Donde está el límite

¿Quién marca nuestros límites? ellos.... nosotros.... o tú mismo??

En el camino me encontré

Todos y cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles, nuestras vivencias, educación, personalidad y características nos hacen exclusivos en todo el mundo.
Es por todo ello, que no todos carecemos de lo mismo, ni anhelamos las mismas cosas para encontrar la felicidad pero a veces tendemos a encuadrarnos y encasillarnos dentro de un mismo grupo para no parecer raros...
En mi círculo de amistades, he tenido la oportunidad de conocer a gente muy dispar, personas motivadas por las ansias de viajar, otros motivados por las ansias de formar una familia pronto, otros despreocupados y eternos "Peter Pan" todos especiales, ni mejores ni peores en busca de la felicidad de cada uno.
A veces se nos olvida que cada uno de nosotros tiene una misión en la vida y es ser feliz, cómo, cuando y dónde se quiera y que éste concepto es subjetivo, dejarnos guiar por los ojos de otros es como el ciego que camina sin bastón siguiendo la intuición del otro.
No todos elegimos el mismo camino así como no todos los caminos tienen el mismo sendero.

El poder de uno mismo

Hoy, después de mucho tiempo, vuelvo a retomar este espacio para seguir contando experiencias y puntos de vista sobre las "cosas".

Hace unas semanas fue San Valentin, el día del amor... hay quienes esperan este día para expresar este sentimiento y otros, entre los que me incluyo, intentan mostrarlo día tras día, porque para mí, a todo lo que haces, a todo lo que quieres y en todo lo que crees, hay que ponerle pasión.

Hoy en día, dejamos pasar los días por delante de nuestros ojos y es que no nos paramos a saborear y contemplar qué está pasando ante nosotros.
Yo no creo en las casualidades ni en un destino escrito, creo en las oportunidades y en ir a buscarla, creo en los pensamientos positivos, en las buenas vibraciones y en las energías que se intercambian con el universo, es decir creo en el poder de uno mismo.